Dear Families and Friends of
Immaculate Heart of Mary,
In today’s gospel, Jesus speaks of the Father as a vintner who prunes branches that
are bearing fruit so that they will produce even more. There is a strong emphasis on
bearing fruit, the expression “bear fruit” occurs five times in the passage. It speaks not
only of the fecundity in our relationship with God but also of missionary outreach and
of interdependence with the other branches in the vine.
The image of God as a vine grower and Israel as the vineyard is a familiar one in the
Scriptures (e.g., Isa 5:1-7;27:2-5; Jer 2:21; Ps 80:8-18). Most often the metaphor is used
to express God’s disappointment in the lack of yield from the vine so tenderly planted
and nurtured. In the Gospel of John, this is not the case. The disciples Jesus is
addressing in the Last Supper scene (15:3) are already pruned, so that they will be
more fruitful. Branches that do not bear fruit are taken away.
How can we ensure that we are abiding in Christ, and he is in us? In the second
reading, 1 John 3:24 gives a simple formula: “Those who keep his commandments
remain in him and he in them, and the way we know that he remains in us is from the
Spirit that he gave us.” The writer also spells out what it means to keep the
commandments, “we should believe in the name…Jesus Christ and love one another
just as he commanded us” (1 John 3:23).
Immaculate Heart of Mary, pray for us.
Father Quang
Copyright © 2013 Immaculate Heart of Mary Catholic Church
Queridas Familias y Amigos del
Imaculado Corazon de Maria,
En el Evangelio de hoy, Jesús habla del Padre como de un viñador que poda los
sarmientos que dan fruto para que produzcan aún más. La expresión "dar fruto"
aparece cinco veces en el pasaje. Habla no sólo de la fecundidad en nuestra relación
con Dios, sino también de la proyección misionera y de la interdependencia con los
demás sarmientos de la vid.
La imagen de Dios como viñador y de Israel como viña es familiar en las Escrituras (p.
ej., Is 5,1-7; 27,2-5; Jer 2,21; Sal 80,8-18). La mayoría de las veces, la metáfora se utiliza
para expresar a Dios desde la vid tan tiernamente plantada y cuidada. En el Evangelio
de Juan, no es éste el caso. Los discípulos a los que Jesús se dirige en la escena de la
Última Cena (15:3) ya están podados" para que den más fruto. Las ramas que no dan
fruto se quitan.
¿Cómo podemos asegurarnos de que permanecemos en Cristo y él está en nosotros? En
la segunda lectura, 1 Juan 3,24 nos da una fórmula sencilla: "Los que guardan sus
mandamientos permanecen en él y él en ellos, y sabemos que él permanece en nosotros
por el Espíritu que nos ha dado". El escritor explica también lo que significa guardar los
mandamientos: "debemos creer en el nombre... de Jesucristo, y amarnos unos a otros
como él nos mandó" (1 Jn 3,23).
Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.
Padre Quang